domingo, 31 de octubre de 2010

LA CIGARRA Y LA HORMIGA

Reflexiona:

Aunque no lo creas, hay animales que nos pueden enseñar mucho y darnos una buena lección, aunque sean tan chiquititos, como una pequeña hormiga.
Y es de este trabajador animalito que Esopo nos cuenta una de sus fábulas.
Una hormiga, llegado el verano, recogía afanosamente granos de trigo y cebada guardándolos en su granero, para alimentarse cuando llegara el invierno.
La cigarra que pasaba el día cantando, se asombró de verla tan trabajadora en la época en que los animales dejando sus faenas se dedican a la diversión y al descanso, porque tienen alimento de sobra.
Ante las burlas de la cigarra, la hormiga se quedó callada y continuó trabajando sin descanso, pero cuando cayó el invierno y con él la escasez de provisiones, la cigarra, hambrienta, fue a pedirle unos cuantos granos para alimentarse.
Entonces la hormiga le dijo:
“Ya ves holgazana, si hubieras trabajado en el momento oportuno, hoy no carecerías de alimento, así que ahora canta, mientras yo como durante todo el invierno.
Y como toda fábula tiene su moraleja, la de ésta es: Si el ocio te causa tedio, trabajar es el remedio.
Pero también podría ser: Si ahora tienes la oportunidad de hacer algo productivo, no la desperdicies porque si la dejas pasar, después será muy tarde y difícilmente podrás. Total después de trabajar, siempre hay tiempo para descansar. ¿no crees?

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